La hospitalización de un paciente crónico sin ventilador en el entorno de "homecare" es un modelo de atención de la salud que busca trasladar los cuidados de un hospital al hogar del paciente. Este tipo de servicio está diseñado para personas con enfermedades de larga duración que requieren monitoreo y tratamientos continuos, pero que no necesitan la infraestructura de una unidad de cuidados intensivos.
¿Qué implica esta modalidad?
Equipo multidisciplinario: La atención no es solo de enfermería. Generalmente, un equipo de profesionales de la salud visita al paciente en su domicilio. Este equipo puede incluir médicos (generales y especialistas), enfermeros, fisioterapeutas, nutricionistas y psicólogos, dependiendo de las necesidades del paciente.
Gestión del tratamiento: Se asegura la administración de medicamentos, curaciones, y otros procedimientos médicos que el paciente requiera. Esto incluye la gestión de tratamientos complejos como la alimentación enteral (a través de sonda), la administración de antibióticos por vía intravenosa, o el cuidado de heridas y ostomías.
Capacitación al cuidador y la familia: Una parte fundamental de este servicio es educar y capacitar al paciente y a sus familiares o cuidadores principales. Se les enseña a reconocer signos de alarma, a manejar dispositivos médicos y a participar activamente en el cuidado diario.
Equipos y suministros: La empresa de homecare se encarga de proveer los equipos médicos necesarios (camas hospitalarias, concentradores de oxígeno, bombas de infusión, etc.) y los insumos (material de curación, medicamentos, sondas) para que la atención sea completa en el hogar.
Monitoreo constante y teleasistencia: Se mantienen canales de comunicación 24/7 para que el paciente o su cuidador puedan contactar al equipo médico en caso de una emergencia o una duda. La telemedicina y el monitoreo remoto son herramientas cada vez más utilizadas.
¿Quiénes son los candidatos para este tipo de hospitalización?
Este servicio es ideal para pacientes con enfermedades crónicas estables, pero que aún así requieren un nivel de atención que no puede ser cubierto solo con visitas esporádicas al médico. Algunos ejemplos son:
Pacientes con enfermedades neurológicas o neuromusculares degenerativas.
Personas en cuidados paliativos o con enfermedades en fase terminal.
Pacientes con enfermedades respiratorias crónicas que requieren oxígeno, pero no ventilación mecánica.
Pacientes en recuperación de una cirugía o un episodio agudo, pero que aún requieren tratamientos especializados.
Beneficios de la hospitalización domiciliaria para el paciente crónico:
Mayor bienestar y confort: El paciente permanece en su entorno familiar, rodeado de sus seres queridos y con sus rutinas, lo que reduce el estrés y la ansiedad asociados a la hospitalización tradicional.
Reducción del riesgo de infecciones: Al evitar el hospital, se disminuye significativamente la exposición a infecciones nosocomiales (adquiridas en el hospital), que son especialmente peligrosas para los pacientes crónicos.
Mayor autonomía y participación familiar: El paciente y su familia se convierten en parte activa del proceso de cuidado, lo que fomenta la confianza y la independencia.
Posible ahorro económico: En muchos casos, los costos de la hospitalización domiciliaria pueden ser menores que los de una estancia prolongada en una institución de salud.
Es importante destacar que la decisión de una hospitalización domiciliaria debe ser tomada por un equipo médico especializado, evaluando cuidadosamente las condiciones clínicas del paciente y el entorno de su hogar para asegurar que es un lugar seguro y adecuado para recibir la atención requerida.